Los niños y niñas representan el futuro de cualquier país, un futuro que hay que proteger y cuidar por encima de todo, teniendo en cuenta que son las personas más vulnerables. Por todo ello, en 1959 las Naciones Unidas aprobaron una Declaración de los Derechos del Niño, con el objetivo de promover actividades para promover el bienestar de todos los menores. Como complemento de este conjunto de principios, el 20 de noviembre de 1989 se logró acordar el la Convención sobre los Derechos del Niño, la primera ley jurídicamente vinculante que reconoce que todos los menores de 18 años tienen derecho pleno al desarrollo físico, mental y social y a expresar libremente sus propias opiniones. Por todo ello, el 20 de noviembre ha pasado a ser el Día Universal de los Derechos de los Niñas y las Niñas.
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